sábado, 23 de enero de 2021

Homenaje a huelguista asesinado hace 100 años

Este año se cuentan cien largos años desde la masacre del ´21. La Patagonia rebelde o Patagonia trágica, son diversos hechos de sangre provocados por el violento desarrollo capitalista en el sur del territorio dominado por el  estado argentino y chileno, como respuesta a las demandas y programas que tenia en aquel entonces el proletariado. 
    En la ciudad de Rio Gallegos, el 2 de enero se realizó un homenaje al huelguista Zacarias Gracián primer fusilado de muchos en aquel suceso: 

La idea de realizar este pequeño acto surgió hace un poco mas de un año cuando, entre un grupo de compañeros, decidimos refaccionar la tumba que se encontraba en un completo estado de abandono. Mas allá de las trabas que puso el Estado, pudimos terminarlo a tiempo. Solo esperamos que ningún político quiera plantar su bandera en este lugar, intentando adueñarse de las luchas obreras, ya que son completamente ajenos, es mas son nuestros eternos enemigos.

Además editaron un video y luego tuvieron que hacer un repudio, dado que a menos de una semana, la municipalidad local intento hacer aquello que los compañeros advertían. Así fue publicado:

Hoy viernes 8 de enero la municipalidad de Rio Gallegos realizó un acto en ofensa a Zacarías Gracián, colocando una placa sobre su tumba. El compañero no tuvo una semana hecha su carpeta con cerámicos, que vinieron estos a poner su nombre y su sello sobre él. 
    Resulta que los jefes del municipio y su mesa de alcahuetes se levantaron tarde como siempre. Ya otros, que no creen en rutas turísticas de la muerte o en “homenajes” vaciados de memoria revolucionaria, habían hecho el trabajo.
    Esta placa es lo de menos, ni nos preocupa, a pesar de lo repugnante que es, como todo lo que venga de sus grises instituciones. Más allá de eso, son tan pequeños y tan mezquinos sus propósitos, tan flojos sus esfuerzos, tan balbuceadas sus ocurrencias, que de no ser porque está en el suelo, la placa no dura un día.
    ¡Qué respeto van a mostrar por los muertos! Ya vimos como tratan a los que estamos con vida, hace cien años, hoy o la semana pasada, desde China al Cabo de Hornos, la burguesía actúa con la misma prepotencia.
    El municipio de Rio Gallegos, a su manera, torpe, imbécil y títere son los que continúan facilitando los planes de explotación capitalista y de enriquecimiento que hace cien años azota en la Patagonia más fuerte que el frio, el viento y la lluvia.
    En estos tiempos de moderaciones progresistas, ellos no pueden homenajear al asesino Ritchie, un milico enterrado en el mismo cementerio, por más que tengan con el más en común que con Zacarías Gracián y sus compañeros.
    Y van con el asesinado a balazos, que no tiene fecha de nacimiento, no tiene pasado, está limpio y a ellos les vino perfecto para limpiarse el culo.
    Pero el asesinado a balazos, Zacarías Gracián, tiene hermanos y hermanas, que no olvidan y que son los que cotidianamente seguimos en lucha, gracias a las ideas y acciones de personas que ellos desprecian, pero de cuya memoria se sienten dueños. ¡No lo son!


Zacarias Gracián (...-1921)
Asesinado por los cosacos del funesto Correa Falcón contra la explotación de los burgueses terratenientes el 2 de enero en El Cerrito.
Trasladado a esta ciudad el 22 de julio por la Sociedad Obrera de Rio Gallegos.
Por tu lucha junto a otros compañeros rebeldes, permanecerás siempre en nuestra memoria.
Los rebeldes que continúan resistiendo,
¡Viva la huelga y la revolución social!

martes, 5 de noviembre de 2019



Transcribimos y compartimos algunos fragmentos de los muchos artículos que el semanario anarquista "La Antorcha" refirió a la lucha por la libertad de Simón Radowiztky, quien ajusticiara al Jefe de Policía Ramón  Falcón, hace ya 110 años.
Y a días de un nuevo aniversario, quisiéramos destacar, no su cárcel sino la alegría de verlo en libertad luego de estar 20 años confinado en la cárcel de Ushuaia.
Antes, presentamos una bella y contundente evocación del 14 de Noviembre. Esto escribían los compañeros a comienzos de la sangrienta dictadura de Uriburu en 1930: 

14 DE NOVIEMBRE DE 1909


Más que la historia pasada, nos interesa la que se vive. De aquella nos vale lo que de ella ha seguido viviendo como fecunda proyección del porvenir. Pero la historia de hoy, la que se está labrando al presente con dolor y con sangre, nos vale superiormente, por que en ella, afanosos actores que somos y no meros espectadores, que hemos de esforzarnos en fecundar nuestra pasión de libertad y justicia. No somos, cultores de efemérides. Y hoy menos que nunca, ante la realidad que nos apremia con el reclamo de una cuestión de vida o muerte idealista.
Queremos, sin embargo, recordar el 14 de Noviembre de 1909, por que el aniversario de esa fecha, tiene, en las actuales circunstancias, una expresión honda, de fuerza evocadora tal como no la tuvo nunca en el transcurso de los años, cuando la represalia estatal abatiase terriblemente sobre el pueblo y la justicia de clase sepultaba de por vida en la prisión al justiciero, ni cuando en la crispación del esfuerzo salvador, erguiase la actividad agitadora y la acción huelguista, ni aún cuando alcanzada su libertad, volvía a estar junto a nosotros, codo a codo en la pelea. Es que nunca como ahora se ha hecho presente al espíritu de todos la tragedia proletaria de 1909, a través de la actual pervivencia de los métodos falconianos. No es el recuerdo de lo que fue sino la realidad rediviva de una época de represión encarnada, como responsable directo, en ese militar ajusticiado el 14 de noviembre 1909.
Ante esta realidad tornábase vivida la sensación de horror de la reacción falconiana y surge consoladora, ejemplar, la evocación de la grandeza del gesto salvador.
Esa fecha nos habla de la presencia inmanente de la justicia popular, de la persistencia promisoria de la acción revolucionaria que en la libertad se inspira, y de la fragilidad del empeño regresivo de los déspotas, a quienes a pesar de todo su aparato de fuerza desatado criminalmente contra el pueblo, basta en ocasiones un certero acto de revuelta individual para dar con ellos y con sus planes en tierra.
¿Nada les dice, esa fecha, a los émulos actuales del masacrador Falcón? Al parecer, no. Investidos de la suma de todos los poderes, hinchados de prepotencia por la convicción de su seguridad frágil, en realidad como lo es siempre la de todo lo que se asienta en la posesión de la fuerza armada, se sienten poderosos y temidos. Y persiguen, apresan, torturan y deportan a las gentes, allanan, clausuran y hasta devastan en ocasiones locales obreros, centros de cultura, hogares proletarios, exacerban, en fin, con su represión, sobre la miseria creciente, el dolor de un pueblo, en el que no ha hecho presa el terror.
Son los vencedores y quieren hacer valer como Breno, el peso de su espada.
Pero se olvidan, que también como ellos, Falcón creía haber vencido la batalla. Como ahora, regían las leyes excepcionales; centenares de los nuestros eran hacinados en las cárceles o batían las vías del exilio en tanto las familias se hundían en la miseria y la desesperación, las libertades públicas, la prensa avanzada y las organizaciones obreras eran puestas bajo el arbitrio policial en el intento de aplastar la protesta contra la masacre de la plaza Lorea. Y también como ahora, fiados de la impotencia popular contra los crímenes del poder, se proyectaban draconiana medidas restrictivas para poner a cubierto a los amos de la autoridad y la riqueza de cualquier sobresalto. Y todo fue inútil. El dolor, la protesta y la indignación del pueblo duramente comprimidos por toda suerte de atropellos e infamias, cargaron la bomba de Radowitzky, y el masacrador Falcón fue abatido, cayeron con el los planes represores del gobierno y a poco, a pesar del prolongado estado de sitio, la actividad insurgente cobró proporciones no alcanzadas hasta entonces.
Por eso hemos creído oportuno recordar esa fecha. Ella es alentadora evocación y severa advertencia.
No había, como no hay ahora, vencedores. Estamos donde estábamos. No se han declinado las armas, antes bien, la represión las afila… La lucha sigue.

Apenas unos meses antes, se anunciaba en sus paginas:

Radowitzky en libertad


Irigoyen ha indultado a Radowitzky. Tan fatal como caer presos, es que nos hagan la gracia de libertarnos. Ni de una ni de otra cosa, somos culpables nosotros. Estrechemos a Simón en nuestros brazos y no tengamos vergüenza en llorar de dicha. A aquellos que estamos hecho a encarar el mal cantando, el bien nos arranca lágrimas. ¡Y es mucho bien Radowitzky libre!

 


 El saludo de Simón
Compañeros anarquistas y trabajadores de la Argentina:

Estoy libre. Soy libre de nuevo hombre entre los hombres. De mis veinte años sufridos, ya habrá tiempo para hablar. Esto fue un accidente común en la vida de todo revolucionario. Ahora quiero decirles, como mi mejor saludo a los compañeros y los proletarios del mundo, que mi anarquismo que no se dobló en la cárcel, se afirma hoy más fuerte que nunca en la libertad, porque yo sé que esta libertad mía no significa la libertad del pueblo, esclavo siempre de la tiranía burguesa. Para abolirla en toda la tierra, estaré siempre entre vosotros. Pero no es mi sólo saludo el que quiero llevar a vosotros, sino también el de los compañeros que quedan en Ushuaia. Vosotros trabajadores y anarquistas de la Argentina, recogedlo como estímulo para luchar contra las cárceles y libertar a nuestros prisioneros. Este saludo vaya también a ellos, a Scarfó, Oliver, Mannini, Simplicio y Marino de la Fuente, Desiderio Funes, los presos de Avellaneda, Mariano Mur y  todos los que están en las cárceles y los perseguidos por la ley burguesa.



¡Luchemos Por ellos! ¡Libertad para ellos!
Un abrazo de vuestro hermano, Simon Radovitzky

Como vimos a Radowitzky

El jueves 15 de mayo, a las 10 horas, frente a un centenar de obreros y compañeros que habían logrado adelantarse y despejar la incógnita oficial. Simón desembarcaba en Montevideo, lugar que él había designado para su destierro. La noche anterior en base a órdenes  estrictas y reservadas, el transporte  nacional “Vicente F. Lopez” había evolucionado a unas millas del puerto de Buenos Aires hasta acercarse al barco de la carrera, al cual fue trasbordado. El gobierno, secretamente, había adelantado en un día la llegada. Mientras nosotros aguardábamos que transcurriera el jueves, a las 10.22 llega un cablegrama. Era de Simón. Nos decía encontrarse ya en tierra uruguaya y enviaba un abrazo fraternal a todos. Estaba, por fin, libre, en brazos de los compañeros. La pequeña casa de “La Antorcha” se llenó, tanto como del ruido del trabajo y las maquinas, de nuestros gritos y nuestra alegría.
Esa misma noche salió Pacheco para Montevideo. A la siguiente, otro de los compañeros redactores. Día que no olvidaremos jamás que estará por siempre presente en nosotros, aquel que fuimos confundidos en un solo abrazo con el hermano liberado.
Emoción, alegría mezclada en algo indefinible, en él y nosotros. Portábamos el saludo del pequeño, solidario y fraterno grupo de “La Antorcha”, de los nuestros en las cárceles y los perseguidos. Y él también traía el de los que quedaban en Ushuaia.
¿Cómo vimos a Simón ese día? ¿Qué palabras y que impresión traemos a los amigos y compañeros de “La Antorcha”? Imaginaos esto: un revolucionario ruso típico y en él, traspasando la angustia, el sufrimiento y la lacerante muerte civil de veinte largos e imborrables años de presidio, una conciencia y una esperanza que aguarda el retorno a la lucha.
¡Veinte años esperando esto! Mientras nosotros nos agitábamos y luchábamos en las calles, mientras transcurrían los años, con sus grandes recesos, sus ardorosos levantes y las caídas y disensiones profundas, Simón luchaba también, día a día y palmo a palmo por conservarse fuerte, puro y noble en medio del terror presidiario de las ofensas continuas, los castigos inicuos y la depresión, desventura y desesperanza, cuando no el aletazo negro e impresionante de la locura en sus compañeros de reclusión. Era un secreto. El secreto que guarda, cuida y engrandece hasta llegar a obsesionarle, el compañero en la cárcel. ¡No ceder! ¡No sumirse en la soledad y la desesperanza! ¡Confiar en que, algún día, esas manos magulladas, ese corazón angustiado han de tener empleo en algo! Esperar, y mientras tanto acoger el lejano eco de los que luchan, imaginar los nuevos ignorados, cuanto exaltará la vida y la pelea.
El domingo 18, tres días después de su regreso, se realizaba en el Cerro, barriada de vieja tradición levantisca, un mitin pro presos en el teatro “Edén”. Unos centenares de obreros, mujeres y muchos niños llenaban la sala. Habían convocado los obreros rusos, el centro “Sembrando ideas” y el periódico “La Rebelión”.
Mañana fría con vientos cortantes que curvan el Cerro próximo, con un bello sol para gozar a pulmón pleno un día de libertad. Adentro, ante un público atento, iban hablando entre tanto, los oradores. Carreño, por la F.O.R.U., Varone, por “La Rebelión”, Romanchuk, por los obreros rusos, Correale, por la F.O.R.A., Pacheco por “La Antorcha”. El nombre de Simón, en las palabras de los que hablaban era unido, de tanto en tanto al de Kerbis, Cisneros y Ohyenart, los prisioneros actuales. De pronto, al terminar uno de los oradores un hombre, de facciones serenas, ojos profundos y amplia frente, avanza en las primeras filas y trepa al escenario. Recorre con su mirada toda la sala y comienza a hablar. Palabras de una tonalidad extraña, pero de un profundo efluvio humano, parecen el balbuceo de alguien que viniera quien sabe de que tierras, donde el contacto humano de la voz debiera ser articulado distintamente, retaceado u olvidado. A través de su temblor, se adivina el alma fuerte.
Y dice:
“Compañeros: Simón Radowiztky era hasta ayer un número, un prisionero. Por él luchabais. Ahora dejadlo a un lado. El Simón Radowiztky es hoy un compañero más, un oscuro compañero que viene a luchar con vosotros por la liberación de cuantos quedan en las cárceles”. Y emocionado, abriendo a todos los corazones el secreto de su propio corazón, habló varios minutos más por los presos. Ese hombre era Simón Radowiztky. 



martes, 15 de octubre de 2019


Propagar, propagar siempre, hasta que desaparezca de sobre la tierra los legisladores y sus códigos, las religiones y sus dogmas, los poderosos y sus puntales, solo entonces, la humanidad podrá llamarse libre, podrá ocupar el puesto que le corresponde, pues siendo este un ente que la naturaleza creó, no debe estar subyugado a la voluntad de ningún ser viviente, aunque este se llame “representante del pueblo”
La clase obrera debe mancomunar sus esfuerzos formando – cada vez más – un fuerte dique, para que se estrelle contra él, la prepotencia y sus adeptos, aunque estos vengan acorazados con una más o menos elástica “constitución” obrero … ¿Quiénes son tus enemigos?
(…) Tus enemigos en fin son tantos, que los hallaras en cualquier parte del globo terráqueo y tu, si no te decides a unirte a tus compañeros, para todos juntos darles el ataque final, será lo de siempre, la eterna bestia de carga.

                                
Que se repita

Según informes recibidos, en algunas grandes panaderías se elabora el pan con mierda y orines, si es cierta la noticia nos congratulamos al ver que los señores burgueses se tragan muy tranquilamente los excrementos de algunos obreros conscientes.Que se repita… es nuestro deseo, puesto que a los puercos se les ceba con mierda.Los obreros que no quiera oler estos confites que no consuman pan de las panaderías que aún no aceptaron el pliego de condiciones.Le recomendamos a los panaderos, la necesidad de reemplazar este narcótico, por el arsénico.

Concepto sobre lucha obrera

Las manifestaciones de las luchas obreras, en la vida económica, desde veinte años a esta parte, han demostrado tener muchos obstáculos por la forma deficiente de organización y la táctica empleada en las luchas.
El tiempo, ha dado como consecuencia del falso concepto que se tenía del conflicto entre capital y trabajo, un estudio detallado de los medios más adecuados e indispensables para la realización de los ideales que el proletariado universal anhela.
Nadie podrá negar que el proletariado internacional representa una fuerza poderosísima, la cual hace temblar a la pavorosa burguesía, que hace como la araña que refuerza todos sus hilos previendo la tormenta de un momento a otro, puede hacerlo todo.
Y para intimidar a los mas enérgicos entusiastas obreros que cooperan en la agitación, se han tomado medidas de represión, privándole de su libertad para encerrarlos en inmundos calabozos, creyendo de esta manera detener el progreso que se adelanta con paso gigantesco, a despecho de todos los obstáculos que le oponen los tiranos de todas las castas.
Estos recursos extremos empleados por los gobiernos de todas las naciones son una demostración de que ya reconocen el peligro en que se encuentran por ser incompatible la autoridad con el espíritu moderno del pueblo, que siente ya la necesidad de ser libre, para gozar del derecho que pertenece a cada ser humano.
A pesar de que todos estos retrógrados, creyentes o ateos, individuos empapados de ley o de divinización, hacen en un ultimo esfuerzo majestuoso del proletariado, el día menos pensado, éste romperá los diques puestos por el esfuerzo de todas las castas y bañará con su sangre las calles de las ciudades y la tierra del campo, para purificar el ambiente corrompido y abrir nuevos horizontes a la humanidad.
Y después de las manifestaciones de la vida en las luchas entabladas por la división de interés y de clase en la sociedad donde predomina la razón de la fuerza, para subyugar a los trabajadores desamparados de todo medio de vida, los cuales han tenido, forzosamente, después de un largo periodo de luchas y ensayos que aceptar la guerra que la misma sociedad les ha declarado, organizándose en una falange de rebeldes que en el largo conflicto de las luchas, vienen realizando la conquista de sus derechos.
Estas organizaciones por los pocos conocimiento de lucha, pasaron por un estado embrionario, hasta que la propaganda societaria, fue reconocida una necesidad imprescindible.
Sin embargo, estas organizaciones adolecen de muchos defectos, para poder declarar una lucha completamente directa, por la mala concepción que tiene la masa de los medios necesarios para obtener el triunfo.
Si bien se ha hecho una propaganda activa, esta todavía no ha alcanzado a todos los cerebro, y una gran parte están todavía  postrados en el estado rutinario de las costumbres. A tal causa se debe el poco progreso realizado para la conquista de los derechos, pero el tiempo y la observación vendrán a demostrar que la lucha es necesario aceptarla directamente, tal cual la ofrece la sociedad.
Hasta el presente, la mayoría de los individuos han temido atacar directamente los obstáculos en la sociedad por temor al castigo, que la ley impone a los individuos.
Yo veo que la sociedad actual está organizada en una forma tal que se apodera de los productos del trabajo legitimándolo, después con la ley, esto no nos prueba que tenga razón de ser.
Este robo legalizado, no es más que el consentimiento de la inconsciencia individual.
Si las organizaciones obreras, declarasen abiertamente la toma de posesión, y que ésta fuera la norma de conducta de la propaganda, las luchas no serían tan estériles, sino que la burguesía con la acción directa de la clase trabajadora se vería en estado de confusión que los hechos precipitarían en un desenvolvimiento fatal.
Se dirá que el momento todavía no ha llegado y que sería un absurdo lanzar a la masa a la expropiación.
¡Mentira! Todas serán fraseologías.
Las masas, son lo que las hace el ambiente societario del gremio, que muchas veces, está contenido por la influencia de individuos exhibicionistas o timoratos o de otros que esperan la política que todo lo realice, temiendo el declarar que la propiedad es un robo, limitándose a que las luchas, solo se desenvuelvan dentro de mezquinas aspiraciones.
Las huelgas serán siempre también ellas adormideras, que pueden detener el paso del progreso, si éstas no prescinden de la táctica que hasta el presente ha servido de norma.
La propiedad es un robo, y hay que conquistarla, para que sea patrimonio común.
La expropiación, es cierto que no se hace con las manos en los bolsillos, sino con la fuerza, con la violencia, porque está defendida por la violencia. Y si la propiedad no se puede expropiar, sino con violencia, que se destruya y que no quede rastro de ella en la tierra.
¿Qué nos importa a nosotros esclavos, que las maquinas y las invenciones, que los palacios y los tugurios, que los productos fabricados por miles de generaciones existan o no existan?
¿Acaso disfrutamos de ellos?
¡No! Al contrario, todo esto viene a aumentar nuestro malestar, y si la felicidad humana no se puede alcanzar sin la expropiación y sin dejar intacto el producto del progreso, que se destruya, y que en la sociedad no quede ni un rastro de este viejo y carcomido edificio social.
Lo que no importa, es que destruido todo lo que se opone al progreso se pueda establecer, en la tierra, el amor, la paz y la armonía de los seres humanos.
Por otro lado, en una polémica con Clarín (Rosario) leemos:
Dice mi amigo Froilan:
La superioridad del sexo masculino, es simplemente un sofisma, creado por el egoísmo humano, el egoísmo del hombre fue tan grande al legislar códigos y fundar religiones, que no solo dictó la inferioridad de la mujer, sino que la hizo esclava de la sociedad en general” 
Tenga en cuenta, querido Froilán, que la inferioridad de la mujer frente al hombre es innegable.
1° Por que ésta posee menos cantidad de masa encefálica.
Aunque aseguran que a pesar de todo, la mujer en La Anarquía será considerado igual al hombre, sin olvidar que ésta de menor potencialidad.

Para leer más sobre El Rebelde, cuya redacción entre 1906 - 1907, estuvo ubicada en la calle Corrientes 1247, compartimos tercer, cuarto y sexto número del periódico 

El Rebelde, Rosario, 1906-1907

miércoles, 2 de octubre de 2019


EN LA BRECHA

Cuando la fuerza pública clausuró el local de la Federación Obrera, sin duda lo habrá hecho con la esperanza de disolver la Federación, y no veía la estúpida autoridad, que los obreros conscientes lo mismo se reúnen en un espacioso local, que en un tugurio, que lo mismo discute en la vía pública que en un corralón, que lo mismo se ponen de acuerdo en la mesa del café, que en el taller, que si no se les permite discutir sentados o de pie, discutirán caminando, que si se les prohíbe agruparse se entenderán a las mil maravillas mucho más fácil de a dos, y finalmente, no ve que al usar la fuerza contra la razón, también la paciencia, como todas las cosas, tiene sus límites, y que si se acaba, pueden contestarle en la misma moneda. O para decirlo de una vez, toda la fuerza fruto de que dispone el Capital para su custodia será cada vez más impotente para contrarestar el movimiento obrero hacia su emancipación.
Jamás en la historia de la humanidad, ha podido la fuerza de que siempre se han valido los tiranos, detener la marcha del progreso.
Si el presente número no ha salido a su debido tiempo, son otras las causas de su retardo, pero no los atropellos policiales que nada pueden contra el pensamiento.
La Federación Obrera del Rosario no está disuelta como se habrá creído la autoridad, lo único que hay es que antes se reunió en lugar fijo y hoy se reúne donde mejor le parece.
Los obreros, para estar unidos, no necesitan de local, ni de mesas, escritorios, asientos, etc..etc. Con una vez que le dimos a la policía el gusto de poder violar nuestra propiedad (tomada en alquiler), ya tenemos lo bastante para saber cómo se respeta las leyes por los que se dicen sus guardianes, no queremos darle ocasión para repetir la hazaña. No queremos más presentarle blanco alguno, a fin de que la federación local obrera, sea intangible y que ni siquiera se le pueda atribuir la propiedad del ave fénix, pues para esto sería necesario que hubiese dejado de existir, aun cuando fuese un solo día, y no ha sucedido así:
Los trabajadores del Rosario están tan unidos y tan federados hoy, como lo estaban antes de que doña autoridad fuese a meter bochinche a casa ajena.
Pero hoy ya tiene lecciones prácticas que antes les faltaban. Es decir saben perfectamente que de la autoridad solo pueden esperar atropellos brutales, aun cuando para ello no den motivo, y que de las leyes solo se cumplen lo que tienen en contra nuestra, pero jamás lo que nos favorezca.
Han aprendido así mismo que los capitalistas aun cuando no se perjudiquen, no conceden al obrero la más pequeña reforma porque lo consideran inferior a ellos, y por consiguiente, menos consentirán en desprenderse voluntariamente de sus privilegios, y por lo tanto ya sabemos perfectamente de que medios tenemos que valernos para arrebatárselos, porque es ocioso pensar que puedan llegar a convencerse de la justicia de nuestra causa.
También han llegado a comprender, hasta los más ignorantes, que la burguesía tiembla, y con razón, al primer amago de rebelión, y si llega a faltarle el apoyo que nosotros mismos le suministramos, queda convertida en un verdadero castillo de naipes.
Así que la última huelga, a pesar de haber sido general, fracasó, y como casi todas, ha sido un acontecimiento en los anales del proletariado, porque ella ha despertado muchas dormidas energías, y le dio al obrero ocasión para ver prácticamente de lo que será capaz el día que se disponga a tomar por todos los medios a su alcance, lo que por derecho le corresponde.
En nuestra esfera de acción, estamos hoy como ayer, al lado de los que sufren, y solo daremos por cumplida nuestra misión, cuando no quede un solo hombre cuya suerte dependa de otro.
Mientras esto no suceda, nada podrán los atropellos brutales de la fuerza, pues solo servirán para convencer más y más al obrero de la inutilidad de los medios pacíficos.

De una conferencia de Emilio Arana se puede leer:
El matrimonio legal, institución sabiamente política, establecida para asegurar el predominio de uno de los dos sexos, el masculino, que lejos de significar unión, el amor sexual, el íntimo y justo consorcio del hombre y de la mujer, establece la sujeción de ésta a aquel, que entrega la mujer atada de pies y manos con los lazos de la ley, dictada por los hombres en provecho propia a la autoridad de su marido, de un amo, de un señor que solo ve en ella un molde para fabricar seres que le sucedan en la posesión de los bienes usurpados, para perpetuar el derecho de sucesión, la propiedad en los suyos (base primordial de esa institución anti-humanitaria) para asegurar a esa entidad egoísta, la familia legal, el goce de los productos de la naturaleza robados a la humanidad.



martes, 1 de octubre de 2019


SOLIDARIDAD, dedica sus primeras lineas a saludar a toda la prensa obrera que lucha por la emancipación de los sometidos al régimen del salariado.Nacida esta publicación en un centro importante de trabajo, que aunque de moderna creación ha visto ya desarrollarse en su seno todas las fases de la contienda proletario-capitalista, desde el boycott hasta la huelga general, y desde la ruindad patronal hasta la sangrienta represión autoritaria, su misión está señalada de antemano por el ambiente en que va a actuar, y queda explicada suficientemente en la palabra que le sirve de titulo.
SOLIDARIDAD no abriga odios ni rencores. Sabe que los hombres obran de acuerdo con el medio en que viven y que en consecuencia no son responsables en la mayoría de los casos de sus actos; pero eso no obsta para que responsables o no fustigue a opresores y explotadores, haciendo resaltar el daño que hacen y los perjuicios que ocasionan, para que la conciencia obrera se desarrolle, adquiera la unión mas extensión y consistencia, y sean, por tanto, las vindicaciones con más ímpetu conquistadas hasta que la emancipación de los trabajadores sea consumada y la humanidad se organice bajo bases igualitarias, librándose de la miseria intelectual y física que el patrimonio de la sociedad actual.
Con estas hermosas palabras comienza el primer numero del periódico Solidaridad, aparecido el 11 de noviembre de 1902, con Narciso Jardón como administrador responsable y con un costo de 10 centavos, el periódico recorre la situación vivida cotidianamente por el proletariado en lucha, además de otros asuntos de interés vital, tales como la enseñanza, las fuerzas armadas, la religión, ponemos a disposición desde el primer hasta el cuarto número.



La esclavitud es el origen de todos los crímenes... 


Compartimos primer y segundo número de la publicación El Carpintero, Órgano de la Sociedad de Obreros en Madera. Verdadera muestra de los comienzos de la organización del gremio, en consonancia con las luchas y consiguiente formaciones gremiales de otros sectores a nivel regional. 
La administración se encontró en la cortada Ricardone al 111, y desde sus columnas, se ataca a la las opresiones cotidianas a la vez que dejan sentado el desarrollo de los reclamos ante la patronal y la importancia de la labor organizativa a pesar de los dichos de la prensa.
La política no es "el arte de gobernar" como consigna el diccionario, sino la maquina por la cuál se roba, mata, envilece y degrada el pueblo, y éste para su dignidad y emancipación, si conseguirla quiere, debe, más que despreciarla, combatirla y procurar su aniquilamiento por todos los medios.
El Carpintero, Rosario, 1896 (Sociedad de Resistencia Obreros en Madera)